Cuando descubrimos un sitio, un paisaje que nos emociona, o nos hace sentirnos en paz y armonía con nosotros mismos, con la tierra en que vivimos y su grandiosidad. Perdemos la noción del tiempo, nuestra mente se pone en blanco y disfrutamos de poder respirar y apreciar nuestro entorno como nunca, sintiendonos parte del mismo. Eso es #Felicidad .
Hoy vuelvo a un lugar recurrente, la ría de Noia-Muros un sitio que forma parte de mi genética, de ésta zona salieron mis padres para encontrarse en Montevideo. La vista es desde el monte Irrite y a más de 700 metros de altura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario