Todas las cosas que hacemos, requieren
de un método, un sistema que vamos aprendiendo a medida que
crecemos. Si nos detenemos y analizamos puntualmente alguna de
nuestras rutinas, veremos que siempre las hacemos del mismo modo. Lo
aprendimos a hacer de esa forma y lo seguimos haciendo, en algunos
casos con cambios por las circunstancias que nos rodean, pero más o
menos seguimos un patrón.
La felicidad también requiere de un método, un sistema que debemos repetir una y otra vez sin descanso hasta incorporarlo como rutina. Ser feliz es una rutina que debemos estimular cada día, es algo vital y no agobia ni agota por repetitiva, al contrario estimula y en alguna medida se vuelve adictiva.
Una sana adicción que solo requiere de un trabajo diario y metódico, para estimular nuestro laboratorio bioquímico interno, ese que genera endorfinas, seortoninas, y que solo depende de nosotros.
Cada uno de nosotros es un alquimista de la felicidad. A trabajar duro para transformar, para transmutar todo lo que tengamos a nuestro alrededor en felicidad!!!!!!!
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