Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

martes, 22 de febrero de 2022

For ever young


For ever young, todos en el fondo, tenemos ese deseo de ser eternamente jóvenes. Pero con ciertas condiciones, la más importante, conservando los conocimientos y experiencia adquirida. Y en esa permanente búsqueda de la fuente de la juventud, se han invertido cuantiosos recursos. Incontables narraciones provenientes del principio de los tiempos. Chamanes, magos, druidas y alquimistas, han sido tradicionalmente fuente de especulaciones al respecto. 

Hoy en día, muchos científicos trabajan en el envejecimiento celular y la forma de prolongar la vida. De hecho y sin entrar en temas bíblicos, gracias a los avances en salud y demás, nuestra expectativa vital se va estirando poco a poco. De todos modos y como decía al principio, mucha gente a lo largo de a historia ha incursionado en el tema. Bien por afán de conocimientos, o por ayudar a mejorar la vida en general, o por su ansia de ser for ever young. En éste último aspecto, se han apostado ingentes fortunas por parte de magnates de todos los tiempos. 

Sin ir mas lejos, los actuales inversores en materia de envejecimiento celular y tratamientos anti-edad, son quienes lideran las listas de los más ricos. Seguramente como una inversión que a futuro puede ser muy redituable. Pero también, con la clara intención de que si es factible, poder rejuvenecer cuando lo necesiten. Y prolongar indefinidamente su vida, así como preservar y dar continuidad a sus proyectos y riquezas. 

Toda esa inversión en el desarrollo científico y tecnológico, me parece muy bien. El conocimiento es importante, especialmente para compartirlo y mejorar la vida de todos. Pero, por otra parte, la naturaleza ya tiene un sistema desarrollado para preservar la vida. Todas las especies tienen en su genética el don de la inmortalidad. Algo tan simple como la procreación, asegura la continuidad de nuestro ADN. Vale decir, de algún modo nos perpetuamos en nuestra descendencia.

Algo que para muchos no es suficiente. Necesitan ser ellos mismos quienes perduren y puedan dirigir los destinos de sus creaciones. Y también, de alguna forma afloran esas ansias de poder, de dominio, inherente a los inmortales. Ese afán auto divinizador, del que nadie sabe sus consecuencias, simplemente cortaría el ciclo vital natural de algunos. Quienes en su omnipotencia terrenal, en ese nuevo Olimpo, dirimirán el destino de todos los demás. Pero vaya sorpresa, sin llegar a ser inmortales, eso ya sucede desde tiempos inmemoriales. Y además, aquellos atlantes, seres desarrollados y superiores, sucumbieron ante la fuerza de la naturaleza. Finalmente, siempre es posible que por un acontecimiento fortuito, todo se trunque. 

Por tanto y como conclusión, me pregunto para qué todo eso. Los conocimientos y la experiencia de vida, deben generarse desde cero. Cada nuevo ser, debe experimentar y desarrollar sus propios conocimientos, con la orientación de sus progenitores y la tribu. Y en ese proceso vital de aprendizaje continuo, desde el amanecer hasta el ocaso, se hace posible. No importa la edad, estar dispuestos a experimentar y compartir conocimientos, dejando fluir los sueños. Permitir que nuestra creatividad y fantasía hagan su magia, resume ese espíritu juvenil y define el for ever young.

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