Coaching y felicidad

El entrenamiento, aprendizaje, asesoramiento o consultoría personalizados, exige de quienes ejercen la tarea de entrenadores, no solo el conocimiento de alguna materia en concreto, o una experiencia generalista importante, sino además una serie de atributos cuasi divinos, entre los que destacaría, el papel del buen amigo, ese capaz de darte una patada en el culo en el justo momento que lo necesitas, para sacarte del atasco.

Y de ese modo ponernos en el camino correcto, en la senda que nos conduce al principal objetivo, vivir haciendo las cosas bien, disfrutando de lo que hacemos, con alegría, optimismo, ilusión y felicidad. También es verdad que es una profesión de moda, es moderno ser coach, o tener la posibilidad de contar con sus servicios, con sus consecuencias negativas que van desde la charlatanería, hasta la dependencia.

Evitando estos extremos, es algo muy útil para todos, pues la tarea bien hecha, brinda una serie de beneficios, no solo al directo aprendiz que además de nuevos modos de ver las cosas, adquiere mayor confianza en sí mismo, alegría, ilusión y optimismo, también a su entorno que seguramente se verá enriquecido en todos los aspectos, aunque el más importante, es la felicidad generada por las buenas acciones.