Cocino en casa todos los días y hago lo mejor que puedo, fundamentalmente con muchas ganas y mucho amor. Se trata de preparar los alimentos que vamos a ingerir Rosa y yo, y muchos fines de semana también algún amigo o familiar, una labor que me hace feliz.
Es una tarea doméstica, que desempeño regularmente desde hace diez años, y cada día voy mejorando, voy aprendiendo nuevas técnicas de cocina, voy experimentando y afortunadamente en su gran mayoría los platos salen bien y gustan.
También salimos casi todas las semanas a cenar fuera, solos o con amigos. Otras veces, en ocasiones especiales, experimentamos algunos restaurantes diferentes. Para probar cosas nuevas, y si nos gustan, incorporarlas a nuestro menú diario.
Hoy quiero presentarles parte del menú que pudimos degustar en Casa Solla el pasado día 29 de julio, una fecha muy importante para Rosa y para mí, ese día cumplimos diez felices años juntos. Decidimos festejarlo en ese lugar pues la ocasión merecía algo especial y realmente lo fue, además de esos exquisitos platos, el champan blanc de noir, la atención y el detalle especial por la ocasión, algo maravilloso.
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