Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Hoy quiero hacer una mención especial por un fruto que en estas fechas otoñales resulta muy fácil encontrar en muchas esquinas, la castaña que en sus múltiples formas de cocción resulta siempre exquisita.
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