Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Hoy otro asadito y en esta oportunidad para recibir al grupo de viaje de Belu que ya llevan unos cuantos meses lejos de casa y un poco de carne, unos chorizos, un provolone, unas cebollas a la parrilla es #Felicidad en toda su esencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario