Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Esta vez, como la mayor parte de las veces, nos quedó bien. Un par de cabrachos al horno, con un par de tomates, una cebolla, una zanahoria, medio pimiento, un toque de pimienta, romero y un poco de aceite de oliva, media hora de cocción y exquisito.
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