Cuando toca despertar, solo queda sacudirse el letargo y ponerse manos a la obra. Tener la fortuna de emprender la vida una nueva jornada, nos exige ese maravilloso esfuerzo. Y la mejor opción es hacerlo desde el amor, la algarabía y el respeto. Que compartimos con nuestros seres queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario