Y nos encontramos otra vez, tenemos la fortuna de una nueva oportunidad. De abrir la puerta y elegir nuestro sendero. Ese camino que nos brota desde lo más profundo de nuestro ser. El que nos dicta el corazón. El que nos permite generar y compartir algarabía, fantasía y esperanza con quienes nos rodean. A sonreírle a la vida siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario