Descentralizar, centralizar y felicidad

En Europa, con el tema Escocia en Reino Unido, en Bélgica las disputas entre flamencos y francófonos, en Italia la liga norte contra el resto, en España con varios frentes separatistas. Estos elementos contradictorios y opuestos al gran objetivo de unidad europeo, abren un debate muy interesante, donde el tema de la descentralización que funciona en la mayoría de los países bajo distintas formas, tendiendo todas ellas al sistema federal, muestran un camino.

Pero no es el único, nadie habla de centralizar y descentralizar al mismo, me parece que es momento de centralizar algunos aspectos que requieren unidad de mando y simplicidad, al mismo tiempo que propongo una descentralización mucho más profunda y volviendo al viejo sistema de gobierno local de las alcaldías, donde el pueblo puede ejercer mucho mejor su soberanía y su control.

Cuatro poderes, legislativo, judicial, ejecutivo nacional y ejecutivos locales, independientes y con claras funciones bien coordinadas. El ejecutivo nacional centralizará la economía, la salud, la educación, la seguridad, las prestaciones sociales, las relaciones internacionales. Los ejecutivos locales, llevarán a cabo la administración local en materia de limpieza, mantenimiento, obras y servicios locales, así como la representación del ejecutivo nacional, para que todos los ciudadanos tengan cerca la posibilidad de gestionar todos sus vínculos con el estado.

De este modo se eliminan una gran cantidad de gobiernos regionales sin sentido, diputaciones, etc. y se logra una democracia más feliz, participativa y controlada directa y constantemente por el pueblo que solo busca la felicidad.