Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Hoy en nuestro recorrido por Mallorca, luego de la visita a las cuevas Drach, comimos en Puerto Cristo, un lugar muy bonito, en el restaurante Sa Pedra, entre otras cosas, la ensalada templada de la casa que les estoy mostrando, exquisita.
Les mando un abrazo!!!!!
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