Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Hoy se trata de la tarta con la que Rosa me sorprendió ayer, para festejar de algún modo el primer año luego de mi neurocirugía, para festejar la vida y todo lo que implica. Ésta es mi forma de compartirla con todos ustedes. Les mando un abrazo!!!!
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