Cuando nos reímos, estamos expresando
una sensación de alegría, mostramos nuestra más profunda
satisfacción por algún acontecimiento. Si en ese instante nos
encontramos rodeados de otras personas, seguramente nuestra risa,
provocará una risa generalizada, actuando de forma contagiosa sobre
el grupo.
Ese acto físico y sonoro que es la risa, provoca que nuestro sistema endocrino, segregue ciertas sustancias responsables de la alegría. Algunos de esos responsables químicos del placer, la motivación, son la dopamina, la serotonina y las endorfinas, éstas últimas, aparentemente responsables de la felicidad.
Es necesario trabajar duro, para estimularnos y poner en marcha constantemente nuestro laboratorio bioquímico interno, utilizando todos aquellos instrumentos a mano, como el decálogo para la felicidad, entre otros, que nos generen alegría, risa, felicidad, para desde nuestra unidad cuántica, desatar epidemias de felicidad.
Ese acto físico y sonoro que es la risa, provoca que nuestro sistema endocrino, segregue ciertas sustancias responsables de la alegría. Algunos de esos responsables químicos del placer, la motivación, son la dopamina, la serotonina y las endorfinas, éstas últimas, aparentemente responsables de la felicidad.
Es necesario trabajar duro, para estimularnos y poner en marcha constantemente nuestro laboratorio bioquímico interno, utilizando todos aquellos instrumentos a mano, como el decálogo para la felicidad, entre otros, que nos generen alegría, risa, felicidad, para desde nuestra unidad cuántica, desatar epidemias de felicidad.
La foto es en las cataratas de Iguazu.
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