Haga calor o frío, despejado o lluvioso, vamos a disfrutar el día. Tenemos muchos motivos para ser felices y seguramente muchos para no serlo. Vamos a apartar esos motivos negativos y aprovechar hasta el más insignificante de los motivos positivos para ser felices. La felicidad prolonga nuestra vida.
La foto, es un domingo en Vila do Conde.
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