Hoy como todos los días, sobran temas sobre los cuales hablar, pero algunas veces resulta aburrido estar pendiente siempre de los mismos temas de fondo. Aunque todos ellos tienen algo en común, la estupidez humana.
Un día tras otro, nos dejamos engañar y compramos, cosas que no necesitamos, causas perdidas, falsos profetas y qué se yo. Lo único realmente importante es cubrir nuestras necesidades básicas y ser feliz. El resto con elementos superfluos.
Vivir la vida siguiendo nuestro sendero, dejando que los demás hagan el suyo, trabajando duro para lograr la felicidad, a nuestro ritmo y sin molestar a nadie, desde la solitaria individualidad necesaria para dar ejemplo. Así posiblemente encontraremos a quien nos acompañe, o a quien acompañar de verdad.
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