Cuando descubrimos un sitio, un paisaje que nos emociona, o nos hace sentirnos en paz y armonía con nosotros mismos, con la tierra en que vivimos y su grandiosidad. Perdemos la noción del tiempo, nuestra mente se pone en blanco y disfrutamos de poder respirar y apreciar nuestro entorno como nunca, sintiendonos parte del mismo. Eso es felicidad.
Ayer descubrimos el río Toxa y todo su entorno, las cataratas, el monte autóctono con sus caballos, sus alcornoques y pinos, así como los distintos senderos que invitan a caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario