La vida nos conduce por carriles desconocidos. Por eso al despertar es vital salir al camino sin miedo, relajados y decididos a encarar lo que sea. Asumiendo que su transcurso puede ir de una monótona lentitud, a un vértigo incontrolable. Descubrir ese mágico abanico multicolor, requiere toda nuestra energía positiva y fantasía transformadas en sonrisas.
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