El arte de lo posible, esa definición ayuda a esconder en cierta forma el gran problema de la política. Esos rincones oscuros, donde se negocian las cosas a espaldas del pueblo y donde se elaboran los argumentos para intentar colárselo a la primera de cambio.
Y más allá de las buenas intenciones que pienso deben tener todos quienes se dedican a esas complejas y loables tareas, en la mayoría de los casos, terminan perdiendo su dignidad y diluyéndose en esas complicadas redes burocráticas y aparatos políticos que sistemáticamente se olvidan de lo más importante, el bienestar, el regocijo y la felicidad del pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario