Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
Así presentan en los países nórdicos sus ensaladas, en éste caso una de langostinos y salmón, condimentadas con unas salsas de yogur y unos panes condimentados que realmente son una delicia.
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