Muy buenos días, así amanecemos hoy, dejamos a un lado el despertador y dormimos hasta que despertamos por nosotros mismos. La alegría, la ilusión y la felicidad de no escuchar ese endemoniado aparato son enormes, es una maravilla no tener que salir de la cama de apuro, al menos alguna vez en la semana. Aprovechen el día, no dejen pasar oportunidad, a pesar de que se nos pegaron las creas, pero valió la pena remolonear un poco.
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