Somos viajeros circunstanciales, transeúntes en un espacio temporal finito. Salimos de un túnel que nos lanza a la vida. Recorremos un trayecto vertiginoso, por momentos complejo, estrecho y sinuoso. Por momentos amplio y apacible. Para terminar en un túnel hacia otra dimensión. Así pasamos de un vientre a otro. Dando saltos cuánticos inesperados, de los que acaso, solo quedan algunos rastros mínimos. Huellas que el tiempo se encarga de ir borrando poco a poco.
Y así, mientras hacemos el camino vital, adquirimos conciencia de ese momento. Nos preguntamos de dónde venimos y hacia donde vamos constantemente. Si bien tenemos alguna información sobre la primera pregunta. Somos producto de una reacción bioquímica, partimos de ciertas moléculas organizadas en células, que se transmutan en seres lanzados a un nuevo espacio temporal. Del paso previo, no tenemos referencias, solo de lo que vivimos a partir del nacimiento. Tampoco tenemos referencias del paso siguiente. Un salto cuántico, del que solo quedan rastros en la memoria de los seres queridos, algo de materia y energía.
De todos esos recuerdos, solo perdurarán aquellos que hayan dejado un ejemplo positivo, generador de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía. Luego, quién sabe que sucede con la materia y la energía que se disipa en la naturaleza. Tal vez, en ese salto hacia otro espacio temporal, en esa nueva transmutación molecular producida en ese túnel. Nos re-combinamos en un nuevo ente que nace en otra dimensión. Eso confirmaría que somos viajeros circunstanciales, que después de cierto tiempo cambiamos de dimensión.
En fin, quién lo sabe, al igual que todo lo que nos sucede y más allá de nuestra necesidad de regular todo, mediante leyes físicas que nos brinden certezas. Siempre surge algo que nos desconcierta y que cambia todos nuestros conceptos y creencias. Esos cambios, sorpresas naturales, fruto del proceso de transmutación universal. Forman parte de la inestabilidad constante en la que nos movemos y que determinan la necesidad de aprender a cada instante, de adaptarnos para poder continuar.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, aprendiendo, adaptándome y compartiendo mis experiencias mientras hago el tránsito por ésta dimensión en la que coincidimos.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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