Si bien es muy importante el avance
tecnológico, debemos tener cuidado con el balance. Esos equipos
sofisticados, que hacen el trabajo equivalente a muchas personas, que
no descansa, no come, no falta al trabajo, que puede trabajar todo el
día, etc., puede producir mayores riquezas, pero produce además
entre otras cosas, infelicidad.
Seguramente, en lugar de esas máquinas,
sería posible tener trabajando a un buen número de personas, que
necesitan descansar, comen, pueden faltar al trabajo, etc., pero que
estarían contentas e ilusionadas con el hecho de tener un trabajo,
que les permita ganar dignamente su sustento y el de sus familias. De
esta manera, se contribuiría de forma positiva, a reducir el paro en
muchos países, se incrementaría el consumo, etc., y lo más
importante, se estaría contribuyendo a la felicidad individual de
muchas personas, con el consecuente aporte a la felicidad colectiva.
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