1- Cubrir las necesidades básicas. Alimentarnos, abrigarnos, tener un lugar al que llamarle hogar es el primer paso.
2- Rodearnos de buenas personas. Como seres sociales necesitamos relacionarnos, una buena selección de nuestro entorno social es otro elemento clave. La familia, los amigos, el amor.
3- Tararear una canción siempre que se pueda. Cantar nos libera, nos relaja, nos estimula y nos hace cercanos.
4- Pensar de forma positiva, generar ideas constantemente. El pensamiento positivo es campo fértil para la creatividad, nos aleja de las rutinas negativas.
5- Llevar a la práctica aquellas ideas que sean factibles. Ponerse manos a la obra, ocuparse en tareas que tengan sentido nos libera de las preocupaciones.
6- Hacer y desarrollar aquellas cosas que nos gusten, sin perjudicar a los demás. Llevar a cabo las actividades que realmente nos hacen sentir plenos es vital.
7- Esbozar siempre una sonrisa. Sonreír es la mejor llave para abrir los corazones, el nuestro y de nuestros interlocutores.
8- Saludar cordialmente, manteniendo una interacción cálida y amable. Ser educado y prestar atención a la gente además de simpatía, refleja empatía, comprensión.
9- Ayudar, ser solidario sin esperar nada a cambio. Colaborar con los demás sin esperar contraprestación, sin que nos lo pidan y siempre que sea necesario, genera satisfacción y agradecimiento.
10- Recordar que el éxito es efímero y nos indica el reinicio del sistema. Lograr la felicidad nos indica que el objetivo está cumplido y debemos comenzar el proceso nuevamente.
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