Cocinar con amor para nuestros seres queridos y amigos, es algo sumamente gratificante y hacerlo rodeado por esas personas más aún, además genera alegría, ilusión y felicidad. Y si no nos queda bien, o no tenemos ganas de hacerlo, pues siempre podemos salir a tomar algo por ahí y disfrutar de otra forma, pero siempre con buena onda.
La parrilla, ese gran invento que siempre nos saca de apuros, unas brasas, un trozo de carne, unos chorizos o lo que sea, seguro que con ésta forma de cocción queda delicioso.
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