Detrás de los movimientos políticos
actuales, que nacieron con sólidos principios morales, éticos, e
ideales claros, orientados a buscar la felicidad de todos, que han
evolucionado hacia unos entes informes, desconocidos, y sin aquellos
principios primigenios, están la avaricia, la ambición desmesurada,
el ansia de poder, y la ignorancia. Un ejemplo claro de como la
genética, es afectada por el ambiente en el que se desarrolla el
individuo y la sociedad. Y en materia política, los individuos somo
quienes creamos el ambiente, desde quienes tienen el poder económico,
hasta quienes tienen otro tipo de poder, el de movilizar a las masas,
esas masas de individuos, que a la postre son los perdedores de la
partida, pues terminan decepcionados de todas las partes. Es hora de
volver a aquellos principios primigenios, de dar un paso atrás, en
la búsqueda de la felicidad de las masas, del pueblo que todo lo
soporta y que merece ser feliz. Por eso hay que trabajar duramente,
para poner luz en la ignorancia de esos poderes políticos,
económicos, etc. respecto a las cosas importantes de la vida de los
pueblos, cubrir necesidades básicas, y ser felices. Y esto es en lo
que deben trabajar y dar prioridad los dirigentes a todo nivel, en la
búsqueda de la felicidad propia y sobre todo la felicidad colectiva.
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