Volviendo al tema de la bioquímica de
la felicidad, mencionadas en mi entrada “Epidemias de
felicidad”, y a mi decálogo de tareas básicas para la
felicidad, queda claro que nuestro organismo, se encuentra desde
el punto de vista fisiológico, en condiciones de generar las
sustancias requeridas para experimentar, el placer, la felicidad y el amor.
Por lo cual, solo necesitamos los estímulos adecuados, para que nuestro organismo segregue dichas sustancias. Dichos estímulos, pueden ser de diversa índole, como los detallados en el mencionado decálogo, también publicado en una de mis entradas. El trabajo duro sobre esos estímulos, es la gran tarea que debemos desarrollar cada día.
Hay quienes no tienen la voluntad de trabajar duramente y en consecuencia, recurren a determinadas sustancias estimulantes como el alcohol y otras más duras que terminan por hacernos infelices y nos arruinan la vida. Aquí aparece un nuevo elemento, a la hora de iniciar el duro trabajo de ser feliz, que es el “darse cuenta”, otra dura tarea para quienes se encuentran en dicha situación, tal vez más dura que la de ser feliz.
Por lo cual, solo necesitamos los estímulos adecuados, para que nuestro organismo segregue dichas sustancias. Dichos estímulos, pueden ser de diversa índole, como los detallados en el mencionado decálogo, también publicado en una de mis entradas. El trabajo duro sobre esos estímulos, es la gran tarea que debemos desarrollar cada día.
Hay quienes no tienen la voluntad de trabajar duramente y en consecuencia, recurren a determinadas sustancias estimulantes como el alcohol y otras más duras que terminan por hacernos infelices y nos arruinan la vida. Aquí aparece un nuevo elemento, a la hora de iniciar el duro trabajo de ser feliz, que es el “darse cuenta”, otra dura tarea para quienes se encuentran en dicha situación, tal vez más dura que la de ser feliz.
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