Amabilidad, cordialidad, felicidad

No recuerdo cuando fue, pero evidentemente si un comportamiento amable, cordial, como saludar a la gente con un “buenos días” sin conocerla, o ir por la calle tarareando una alegre canción, transmitiendo alegría, ilusión, optimismo y felicidad,  llama la atención, significa que las cosas han cambiado y no me doy cuenta cuando sucedió.

En mi casa, de pequeño me enseñaron que se debía ser así, amable, cordial, saludar a la gente, ceder el asiento a los mayores, en fin hacer el bien en general y algo muy importante sin mirar a quién, ni esperar nada a cambio, simplemente llevarte la satisfacción de haber hecho algo bueno.

Siempre he intentado hacer lo que me han enseñado en casa, si bien he cometido muchos errores en mi vida, como todos y si bien algunos de ellos me siguen dando vergüenza, intento aprender de esos errores y trabajo duramente para superarlos.

Probablemente el problema apareció, cuando comenzamos a dar prioridad al tener, olvidando la importancia y trascendencia del ser. Ahora lo importante es darse cuenta y hacer todo lo posible por corregirnos para ser felices hoy, trabajando por un mañana mejor y más feliz para todos.

La foto es en Las Médulas, antiguas minas de oro romanas.