Autos, pilotos y felicidad

Ahora mismo, estoy sentando escribiendo frente a un conjunto de fotos, entre las cuales veo un par de ellas en las que estamos con mi amigo Luis Caissutti y una tropa de amigos alrededor de su formula V, durante una carrera en Durazno y otra en la que estamos en el autódromo de El Pinar. Cuantos gratos recuerdos, cuantos buenos momentos, cuanta alegría y felicidad, haber vivido desde el principio, el proceso de como una loca idea llegó a hacerse realidad.

Todos estos recuerdos, surgen al mismo tiempo que me invade una anécdota contada por mi padre en alguna ocasión, a inicios de la década del 60 durante el siglo pasado, de una granja cercana a Colón, fueron a buscar a mi padre para atender un problema con unos animales, y luego lo llevaron nuevamente, al llegar sano y salvo al laboratorio, mientras bajaba del auto, le dijo al conductor que la próxima vez enviaran a otra persona a buscarlo, que él no volvería a subirse en un auto conducido por ese chófer, que susto tendría mi viejo!!!!!! Se trataba de Pedro Passadore, uno de los grandes pilotos uruguayos.

La foto es cuando hice mi estreno en carting.