Cuando descubrimos un sitio, un lugar, un paisaje que nos
emociona, que nos hace sentirnos en paz y armonía con nosotros mismos, con la
tierra en que vivimos y su grandiosidad. Cuando perdemos la noción del tiempo,
nuestra mente se pone en blanco, disfrutamos de poder respirar a pulmón lleno,
sentimos el viento y los demás elementos en la cara, apreciamos lo que nos
rodea como nunca, y nos sentimos parte de ese entorno. Eso es felicidad.
El de hoy es un lugar especial para mi y algo que normalemtne no apreciamos, es la casa en la que vivimos o en la que hemos vivido muchos años. Siempre son lugares que tienen esos recuerdos, esas vivencias que nos acompañan a lo largo de nuestras vidas. Ese parque delante de nuestra casa de Margat, en donde hemos pasado gratos y felices momentos en famlia y con amigos, asados y vinos de por medio. No es necesario ir lejos, para descubrir que vivimos en un sitio maravilloso.
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