Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

viernes, 24 de junio de 2022

Pasar de un estado a otro


Pasar de un estado a otro, es algo que sucede sin darnos cuenta. Y despertar, es algo indescriptible, maravilloso y seductor. A muchas personas les hace salir desaforadamente a realizar sus actividades cotidianas. Hasta que la alegría, la ilusión, el amor y la esperanza emanan. Ahí sonreímos y despertamos de verdad. Feliz viernes!!!!

Todo forma parte del estado de agregación mental, físico, anímico y espiritual. Es una combinación de nuestra disposición en cada momento de la jornada y de las diferentes situaciones vitales. Y tiene relación directa con nuestra transformación permanente, con procesos de transmutación que ocurren en nuestros sistemas moleculares. 

Cambios, que son constantes en la medida que alimentamos adecuadamente nuestros sistemas y mecanismos vitales. Procedimientos tan íntimos y delicados, que la menor duda, una pequeña desviación, puede cambiar todo el resultado. 

Una causalidad, que no necesariamente es irreversible. Depende en gran medida de nuestra capacidad para darnos cuenta. Poder identificar a tiempo ese cambio cuántico, esa aparentemente insignificante torsión de un enlace. Es determinante a la hora de corregir, de recomponer la senda adecuada por la que debe transcurrir la vida. 

Normalmente no nos damos cuenta de todo eso, por ello pasar de un estado a otro, sucede de forma desapercibida. Lo que sí podemos apreciar, es el estado concreto en el que nos encontramos en cada momento. Y lo que sí podemos hacer, es ponernos manos a la obra cuando esa situación se encuentra alterada o fuera de lo que nosotros pretendemos. 

En éste punto, es donde nuestra actuación es fundamental. Somos los artífices de nuestra existencia en todos los aspectos. Últimos responsables de sostenernos en pie frente a todo lo que surja a lo largo del trayecto. Y como tales, asumir que debemos ponernos manos a la obra cuando es necesario. Para reparar o modificar los canales por donde fluyen nuestros afectos y emociones positivas. La energía vital que nutre y potencia el proceso de transformación continuo. 

Y todo está en nuestras manos, en el esfuerzo, las ganas y la actitud positiva puesta en ello. Un duro trabajo que redunda en permitir que afloren la alegría, la ilusión, el amor, la esperanza y las sonrisas. La esencia de la felicidad, el sostén de la vida.


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