Que nunca falte

Que nunca falte un alegre despertar, que nos mueva con la fuerza, las ganas y la actitud necesarias. Que no falte, el amor y la fantasía, que nos generan esa energía vital desde lo más profundo del alma. Que siempre haya una sonrisa sincera para compartir con nuestros seres queridos. Que la esperanza y la fe nos acompañen. Feliz domingo!!!!

Son tantos los elementos necesarios para mantenernos en ruta. Y todos de un modo u otro dependen de nuestra disposición, de nuestro esfuerzo por obtenerlos. En primer lugar, debemos tener salud, algo que tiene varios aspectos diferentes. Por una parte la atención que ponemos en el modo de cuidarnos, procurarnos los alimentos y permanecer sanos. Por otra, una serie de sucesos aleatorios que no dependen de nuestra voluntad. 

Luego, la familia y los amigos, que debemos atender y cultivar a lo largo del trayecto vital. Son nuestro sostén y nosotros el suyo cuando es necesario. Formar parte de ese grupo que guarda y mantiene el nido caliente para curarnos y restañar heridas. Para compartir alegrías y llorar juntos las penas.

Siguiendo con los aspectos afectivos y espirituales. Componentes básicos para crear los vínculos que nos mantienen cohesionados, firmemente unidos al núcleo social. Y lo que nos permite encarar cualquier desafío, manejar los miedos de forma positiva. 

Y además de todo eso, que claramente nos debería mantener entretenidos, están nuestras actividades laborales cotidianas. Un sustancial complemento de nuestras vidas, que en general consume demasiado tiempo. En éste punto, es imperioso darse cuenta que dedicamos gran parte de nuestras vidas en esas labores. Y no siempre los trabajos que tenemos son lo que nuestra vocación nos dicta.

Ello implica un estar gran parte de la jornada, haciendo tareas poco gratificantes para nuestras aspiraciones. De todos modos, esas dignas actividades, nos permiten mantenernos económicamente, sostener nuestro nivel de vida. Y mientras no encontramos lo que de verdad nos emocione, debemos esforzarnos algo más para pasar esas horas de nuestra vida, disfrutando igualmente.

Por eso, que nunca falte alegría, ilusión, buena onda, optimismo, amor y esperanza. Que nunca falte la salud, la familia y los amigos. Que nunca falte el alimento para el cuerpo y el alma. Que nunca falte una cálida sonrisa para compartir.