Muy buenos días, por ahí, más temprano en el campo de golf y los montes circundantes, dando los últimos pasos para llegar al final del recorrido. Iba rematando una actividad matutina estimulante, un trayecto que entre todas las vueltas que di, significan unos buenos seis mil pasos. Sumado a ello, todos los movimientos corporales implícitos en éste deporte al cabo de los diez y ocho hoyos, suman un buen puñado de calorías quemadas.
Y así, todas nuestras acciones tienen lugar, las comenzamos, desarrollamos y cuando corresponde encaramos la finalización. Un proceso bien simple, donde el éxito no radica solamente en el logro de los objetivos planeados, tiene que ver con todo el recorrido. Pues a lo largo de todo el trecho, vamos cursando diferentes tareas con resultados diversos, aciertos, yerros y todo eso implica además correcciones. Es un aprendizaje continuo y la mejor forma de hacerlo, la práctica nos muestra exactamente las causas y los efectos del proceso. Así, vamos desarrollando nuestra experiencia en cada materia, creando también alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
La vida misma, transcurre de esa forma, vamos y venimos haciendo todo tipo de piruetas, realizando muchas veces actividades que no nos llenan plenamente. Y las llevamos adelante, por la sencilla razón de ser importantes para sostener la estructura que vamos construyendo a nuestro alrededor. Son nuestro sostén y el de nuestras familias. Esa simple y básica razón nos mueve a todos, nos hace sacar fuerza, ganas y actitud positivas de lo más profundo de nuestro ser. Nos lleva a que esas cosas poco gratificantes para nuestras habilidades y talentos, al mismo tiempo nos resulten agradables por ser nuestro sostén y de nuestras familias. De esta forma van transcurriendo los años y nos acercamos paso a paso al final del recorrido.
Es la naturaleza, es lo que se esconde en nuestro código genético, somos obsolescencia planificada en la más pura esencia. Y al mismo tiempo, somos continuidad, tenemos en nosotros mismos el secreto de la perpetuación, somos vida eterna. Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mi pregón cotidiano, mientras me acerco inexorablemente a la discontinuidad escrita en mis genes. A disfrutar el día!!!! A gozar del mientras tanto y del ya que estamos!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario