Se supone, que nos controlan en cada cosa que hacemos, todos nuestros movimientos salen en sus monitores. Y no se trata de dar respaldo a las distintas teorías conspirativas, es una simple observación de la actualidad. Cada vez más gente se integra a las diferentes redes sociales, pero también nos van cercando de otros modos evidentes. Con la excusa del blanqueo de capitales, nos van obligando paulatinamente a realizar todas nuestras operaciones de forma electrónica. En fin, todos cuentos que forman parte de esa trama de algún modo siniestra y poco democrática, que se esconden en los distintos discursos. Y, que a pesar de todo ello, nunca podrán restringir nuestra capacidad de generar y compartir alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía.
Existen ciertos aspectos que son muy personales y que no es posible determinar por algoritmos, ni pretenciosos artificios, fruto de uno de los tipos de inteligencia. Los afectos y emociones positivas, son fruto de nuestros procesos personales más íntimos, que se activan de modos tan diferentes como personas existen. Y volviendo a la pregunta, así, ¿hacia dónde vamos? Evidentemente, hacia un gran imperio global, pero que llevará enquistado un proceso muy difícil de resolver. La imposibilidad de controlar sensaciones y sentimientos de verdad, ni los sanos liderazgos. Algo, que ni siquiera será posible con medidas extremas.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo las ocurrencias que surgen a lo largo del camino. Sin esperar nada de nadie, hago todo lo que puedo para lanzar a los cuatro vientos éste pregón cotidiano.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena tarde!!!!
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