Pandemia, mascarilla y agobio, una mezcla que desmotiva a cualquiera. También a los líderes que destacaban antes de que todo esto se desatara. Se han conmovido los cimientos de todo lo conocido. Y han surgido nuevos liderazgos que aún no se perciben en su verdadera dimensión. Cada momento, cada situación, requiere una manera de hacer las cosas. Quienes debemos enfrentarnos cada día a esos sorpresivos y furibundos embates, tenemos que ser capaces de adaptar nuestras destrezas a lo nuevo. Y en ese ejercicio, aquellos liderazgos débiles, se pierden y nos pueden conducir por caminos equivocados.
La peste que nos tiene acorralados, hizo temblar todo, desde lo económico a lo social y especialmente está siendo un gran punto de inflexión para muchos conceptos científicos que se han dogmatizado. Pero en especial, para aquellos científicos, que se han arrogado el papel de salvadores, sin ser capaces de asumir ese liderazgo de forma cabal. Pero además, los erráticos movimientos, la falta de unidad de mando en algunos casos, fruto de la falta de entendimiento, o de la soberbia política. Nos han conducido a confusión, a malos entendidos y en muchos casos a asumir riesgos que rozan lo criminal. Logrando que la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía, se perdiera en algunos casos.
Esa carencia, afectiva y emocional, sumada a otras carencias que se han ido acumulando. Perdidas de empleo y la consecuente disminución de ingresos de las familias. Han provocado desanimo, pesadumbre, depresión y desmotivación. Por eso, pandemia, mascarilla y agobio, son de alguna forma los términos que mejor resumen nuestros fantasmas y desvelos actuales. Y en los que se ejemplifica la caída anímica de mucha gente valiosa, que en su momento fueron capaces de brindar mucho al conjunto. Hoy esos liderazgos están siendo sustituidos por otros, con mayor capacidad para las nuevas situaciones. Seres con mayor sensibilidad hacia los afectos y emociones positivas.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo la algarabía que desprendo a medida que avanzo en el trayecto vital. Una senda que desde hace muchos años vengo transitando y en la que de momento sigo bregando con fuerza, ganas y actitud positiva.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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