Cuando contemplar es lo indicado, dejar fluir nuestra atención en silencia, nos llena. Y tenemos tanto a nuestro alrededor, personas, paisajes y recuerdos, que nos permiten ese fructífero fluir. Sin decir nada, en ese acto de relax y reflexión, hacemos aflorar lo mejor de nosotros mismos. En momentos donde todos pretendemos expresarnos al mismo tiempo, sin posibilidad de prestarnos atención. Toca llamarse a silencio, dejar que esa ruidosa multitud se desahogue e intentar comprender. Aunque casi siempre es imposible sacar alguna conclusión positiva ante tanto lamento.
Nos cuesta mucho atender a quienes nos rodean, escuchar y comprender. En la mayor parte de los casos, solo buscamos aquello que nos permita hilvanar una réplica. Así, resulta imposible el diálogo, se obstruye el entendimiento y se potencia la rivalidad insana que desata el rencor. Y nos perdemos en círculos viciosos enervantes. Solo estimulamos griterío inútil y el estrés de todos los participantes en ese grotesco quilombo. Así, nos olvidamos de cultivar y compartir aquello que puede ayudarnos. Dejamos de generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía.
Desperdiciamos el tiempo, permitiendo que nos secuestren esos personajes nefastos que se arrogan liderazgos inexistentes. Avechuchos que nos arengan y motivan a movernos en ese fango espeso y nauseabundo. Logrando alejarnos de nuestros naturales afectos y emociones positivas. En el momento de darnos cuenta, es cuando contemplar es lo indicado. Ahí, en ese preciso instante, comenzamos a cambiar y a ser nosotros mismos. Abandonamos las siniestras tutelas, para asumir nuestra responsabilidad. Y desde ese instante, comenzamos el camino del pensamiento propio, el camino de la libertad de verdad.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis pensamientos, los paisajes que me rodean y mis silencios.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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