De las emociones que hacemos aflorar en esos momento, dependerá en gran medida la forma de afrontar el próximo paso a dar. Ese primer recuerdo que salga a flote, será determinante, pues a partir del mismo instante que comience a fluir desde nuestra memoria, podrá ser una fuente de sonrisas, o hundirnos en la melancolía y la desesperación. De ahí la importancia de aprender a lidiar con esos elementos, a descubrir los mecanismos desencadenantes de aquellas historias estimulantes. Revivir aquellos momentos de alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor y esperanza.
Para ello, es primordial ponernos manos a la obra, entrenar nuestros sentidos y nuestra fantasía. Dejar volar la imaginación, sabiendo que muchas veces la realidad supera a la ficción. Que así como la tristeza es un disparador de los recuerdos y la raíz de las sonrisas, también puede generar otros efectos emocionales. Sensaciones y sentimientos que nadie puede dominar, llorar también es importante y necesario, forma parte de la expresión vital de todos nosotros. Y casi siempre de esos llantos, al final siempre surge una mínima sonrisa.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo mis alegrías, mis llantos y las sonrisas que surgen de todos esos procesos de transformación personal.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!! Les deseo una buena noche!!!!
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