Es algo que debemos aplicar a todo lo que nos toca hacer a lo largo de cada jornada y a lo largo de nuestra vida. En todo aquello que nos corresponda llevar adelante, independientemente de nuestros gustos y afinidades, debemos esmerarnos. Poner lo mejor de nosotros en cada detalle, dejando nuestra impronta, nuestro sello personal. Lograr sentir ese orgullo de haber puesto nuestra marca personal en algo que puede trascender y ser útil a alguien más. Sea en nuestro círculo íntimo, nuestra familia y amigos, o en un mayor y más amplio rango de contactos. Todo eso se logra, trabajando en distintas áreas personales. Creando alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía.
En general, esos afectos y emociones positivas tan poco valorados, casi despreciados en algunos círculos, son esa semilla, esa base primordial desde la cuál se desarrolla todo. Desde ahí, desde esa simiente, sembrar y cuidar con amor, da fruto siempre. Claro que algunas veces las cosechas son escasas, o se pueden perder. Existen infinidad de elementos que pueden afectar el proceso y que no es posible controlar por nuestra parte. De todos modos, siempre se cosecha algún fruto, algo solo perceptible por quienes están con la mente y el corazón abiertos a los detalles insignificantes. Aquellos que están dispuestos a aprender.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo lo que me enseña el camino, que siempre aporta algo nuevo.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena tarde!!!!!
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