Si resulta cansina mi insistencia en materia de pregonar felicidad. Imaginen entonces lo que es, estar a diario percibiendo e interactuando con el mal humor, quejas y desesperanza. Prefiero seguir perseverando en la dura tarea de promover y sostener el esfuerzo de una actitud positiva. Sin dudas que es mucho más gratificante y nos aporta elementos muy útiles para nuestro diario vivir. No se puede desconocer, que todos podemos eventualmente pasar por instantes de mal humor y desesperación. Lo cual no significa estar hundidos eternamente en esos círculos viciosos, en esas negativas y poco satisfactorias situaciones.
Debemos considerarlos lo que en realidad son, los baches del camino. Tropiezos que no siempre son caídas y que se resuelven trastabillando. Y aunque puedan resultar en caídas estrepitosas, tener la fuerza espiritual para levantarse, sacudirse la hojarasca y volver al trayecto con la frente en alto, es fundamental. Claro que no es sencillo, máxime cuando estamos expuestos a quienes con nosotros hacen el mismo camino. Pretender la perfección, pensando que somos infalibles nos puede confundir. Y de ahí, el bochorno, el sufrimiento y la depresión, que algunas personas sufren ante cualquier evento negativo. Se pierden en esos laberintos, dejando de lado la fecundidad de levantarse y volver a la senda. Dejan la alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía sin destino.
Con lo cual, desechan la base, el sostén de la vida, los afectos y emociones positivas. Esa energía que surge de una reacción inexplicable, en lo más profundo de nuestro ser. Algo que no tiene parangón, que solo puede apreciarse en el momento que se manifiesta en alguna de sus formas. Y que si resulta cansina mi insistencia, con la importancia de aprender a tocar esos íntimos comandos especiales que todos tenemos. Con lo fundamental de sentir, expresar y compartir sensaciones y sentimientos positivos. Piensen en el malestar, la desesperación, el tedio y la desolación de compartir un ambiente tenso y negativo.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo todas las experiencias que surgen a lo largo del trayecto. Mostrando el modo en que se puede transformar un hecho negativo, en algo que nos ayude a salir adelante y transformando la necesidad en virtud.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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