Sí, hoy amanecimos con un temporal de esos, sí, de los que asustan cuando nos despertamos y sentimos como las gotas golpean las tejas, los cristales de las ventanas. Todo lo que se encuentra fuera de casa, suena con esas pesadas gotas frías y sumado al viento, que le da un toque más dramático. De todos modos, la alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad siguen ahí, latentes, a la espera de ser activadas. La foto es de Lilla torg, Malmo, hace unos días.
En eso es donde nosotros entramos, como protagonistas y artífices de esa mágica transformación, somos los alquimistas que transmutamos nuestros nutrientes. Y en el proceso bioquímico que activamos, se sintetizan esas sustancias áureas, las que hacen aflorar todo ese caudal afectivo y emocional.
Esa energía vital, ese amor contenido en nuestro interior, hace surgir toda esa magia, todas esas sensaciones y sentimientos. Con ellos movemos nuestro mundo, con ellos nos vinculamos, con ellos hacemos todo lo que se puedan imaginar. También con ellos, podemos transformar nuestro entorno para lograr ese clima, ese entorno propicio, estable y sostenible, donde compartir nuestros logros, nuestros sueños, nuestros afectos.
Y por ahí voy yendo, siempre en la búsqueda de ese ser feliz, siempre compartiendo lo que descubro a lo largo del trayecto. Intentando motivar, estimular y animar a quienes tengan ganas, fuerzas y la actitud necesaria, a dar ese primer paso que les conduzca por su propio camino de felicidad.
Gracias por estar ahí!!!!! Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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