Y se hizo la noche, casi sin darnos cuenta se va terminando la semana, se va terminando el año y va siendo tiempo de balances, especialmente en materia de alegría, de ilusión, de buena onda, de optimismo, de felicidad y amor. Para mí y creo que para cada uno de nosotros, no existe otro recuento con mayor importancia.
Valorar y recordar los gratos momentos vividos, el tiempo destinado a la familia, a los amigos. Esos son los parámetros que tienen valor, esos son los verdaderos testigos de nuestro éxito en la vida. Ni lo ganado, ni lo hecho, ni los avances logrados, llegan a tener la potencia, de un cálido instante junto a nuestros seres queridos, o de un asado con los amigos.
Precisamente ahora, estamos preparando algo para compartir con algunos amigos con los que hemos quedado en casa. Simplemente por tomar algo juntos, por reírnos con las anécdotas surgidas desde la última vez.
Y así vamos yendo, aprovechando cada momento, disfrutando de lo que nos vamos encontrando en el camino. Sin prisas, la vida continúa su ritmo, que para quienes ya estamos por encima de los cincuenta, la velocidad aparente es de vértigo.
Ahí seguimos, con nuestro rumbo fijo hacia ese ser feliz, anímense a dar ese primer paso, que es la clave en cualquier cosa que se quiera emprender. Hoy, también hace unas horas comencé un nuevo emprendimiento, acabo de lanzar a los cuatro vientos un nuevo blog, dando continuidad a éste, aunque intentando ser algo diferente.
Gracias por estar ahí!!!!! Gracias por compartir!!!!
Les mando un abrazo!!!!
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