Hoy desde muy temprano, recorriendo las calles de Noia. Concentrado en mis actividades cotidianas, todas orientadas a generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad. Algo que no se hace solo, es necesario aplicarnos con fuerza, con ganas y actitud positiva, para lograrlo.
Y por allí iba yendo, por todos esos rincones del pueblo, que siempre me traen gratos recuerdos, desde cosas recientes y de algunas fotos antiguas. En ellas, aparecen personajes del pueblo, que transitaban sus calles empedradas, en días parecidos a éste, de mercadillo. Mas allá de la tradición marinera, el pueblo históricamente se distinguió por ser entre otras cosas un centro comercial.
En estos tiempos, esa tradición marinera continúa, al igual que los mercadillos semanales y otros acontecimientos que con los años fueron cambiando su carácter. Los tiempos cambian, las costumbres también. Solo permanece el espíritu emprendedor, la actitud, la iniciativa, el coraje, la valentía de algunas personas.
Esa gente, que se resiste a perder aquellas sanas costumbres, que con perseverancia y amor, continúan algunas de esas tradicionales tareas. Esos héroes modernos, que desde sus pequeños comercios locales, compiten de igual a igual con cualquier gigantón de turno.
Todas esas pequeñas empresas, son un germen imprescindible, son historia viva de la humanidad. Desde tiempos inmemoriales, cada persona, fue desarrollando sus habilidades, sus talentos y a partir de ellos, generó productos para intercambiar. Y eso continuará, a pesar de todo lo que se pueda inventar, de hecho, esos inventos, surgen de ese mismo espíritu emprendedor.
Que nunca nos falte, que nunca nos gane al aburrimiento, que nunca nos gane el desencanto. Vamos a seguir con nuestro rumbo fijo hacia ese ser feliz recurrente.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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