Hace apenas un momento, estábamos por Noia haciendo algunas cosas y así regresábamos a casa. La alegría, la ilusión, la buena onda, el optimismo y la felicidad del retorno, luego de pasar buenos momentos, es algo maravilloso.
En ese escenario, volvía a reflexionar sobre lo que les comentaba ayer, aquello que ahora está de moda, lo de "...dejar ir, soltar..." a las personas tóxicas. Esas compañías que nos resultan agobiantes, pesadas, que siempre están con la misma cantarela, con las mismas quejas constantemente.
Si bien creo que algunas veces hay que tomar distancia, también necesitamos descansar de ellas un poco. Abogo por sostener, por arropar, por compartir con esa gente nuestra alegría, nuestra felicidad, nuestro amor. Elijo mostrarles que más allá de los problemas que todos tenemos, se puede vivir sin quejarse constantemente.
Y no es necesario decir nada, solo debemos predicar con el ejemplo, no existe algo más efectivo y poderoso que comunicar haciendo lo que decimos. Así, es posible sostener sin contaminarnos, sin dejar que nos atormenten las vivencias de otros. Así, es posible ayudar y entender que lo importante es mostrar los instrumentos que liberan, que te dejen ir hacia donde cada quién elija.
Ahí voy yendo, sin prisas, sosteniendo mi vida enredado en quienes me rodean, haciendo todo lo posible por seguir mi rumbo. Intentando no alterar la existencia de mi entorno cercano, cazando y amolando las escotas que nos mantienen unidos mientras nos sea posible.
Gracias por estar ahí!!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!!!
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