Hoy por la mañana, mientras hacía mis actividades diarias por Noia, me detuve un instante ante el muro de ésta casa del pueblo. Siempre me llamó la atención, por diversos motivos, además de la belleza de la casa en sí misma, el jardín me parece algo estupendo. Cada vez en que me detengo a observar, me genera alegría, ilusión, buena onda, optimismo y felicidad.
Hacia el otro lado de la foto, nos encontramos la mar y una zona donde en otros tiempos la actividad portuaria era intensa. Allí atracaban los barcos de cabotaje, que transportaban diferentes mercancías hacia y desde el pueblo. Entre otros barcos, el hoy restaurado Joaquín Vieta, surcaba estos mares en esas tareas, al mando de aquellos duros y esforzados marineros que hoy quiero recordar.
Además de ese recuerdo, también quiero hacer un sentido reconocimiento a todos esos marinos que han salido y siguen saliendo de éstas tierras. Entre ellos mi padre, mi abuelo, varios de mis tíos y muchos conocidos. Muchos de ellos ya nos están entre nosotros, otros aún recorren las calles de los pueblos de la costa gallega.
Todos ellos, de un modo u otro, han colaborado para que hoy sea posible disfrutar muchas de los beneficios que tenemos. Fueron responsables de abrir puertas, de tender puentes que continuamos transitando.
Y así voy yendo, haciendo estas reflexiones, rememorando historias, recordando a mis antepasados, pensando en mi viejo y sus enseñanzas. Es mi camino, es mi rumbo hacia ese ser feliz que busco constantemente.
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!
Les mando un abrazo!!!!
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