Es un espacio para compartir mi visión de la Felicidad y sus vínculos con todos los aspectos de la vida, el hogar, el amor, los afectos, el trabajo, la sociedad, la política, la educación, la economía, la ciencia, la empresa y más.
La Felicidad es una tarea individual y colectiva, requiere un esfuerzo constante de todos nosotros, se relaciona e influye en todo, es un elemento vital para tener un mundo mejor.

sábado, 20 de junio de 2015

Felicidad y caballos


Los otros días, mientras caminábamos felices por Testal, a la tardecita ya casi anocheciendo, pudimos ver a dos jinetes cabalgando por la playa a todo galope. Los caballos uno bayo y el otro gateado, ambos con cabos negros, realmente hermosos animales, el bayo parecía o bien duro de boca o bien el jinete no era muy experimentado.

Me hicieron acordar de aquellos primeros años en Margat y a los caballos que me prestó Pacho, primero el lobuno que era algo arisco para mí y después el Charango, un gateado muy manso con el que hice las primeras tareas camperas. Aunque desde el principio, no era algo que me resultara práctico para las características del campo.

Para un citadino como yo, con poca o ninguna experiencia en caballos que intentaba hacer rendir su tiempo, lo de tener que agarrarlo, ensillarlo y luego subir y bajar para abrir y cerrar porteras, me resultaba algo realmente innecesario, pues en ese tiempo podía hacer la recorrida y de paso un buen ejercicio para intentar bajar de aquellos 135 kilos, con la consecuente mejora de mi salud.

Mis huesos también lo agradecerían, pues evitaría nuevas caídas, más de una vez al galope tendido, se aflojaron las cinchas y me pegué unos porrazos impresionantes. Por otra parte los terneros si bien al principio ariscos, rápidamente se iban acostumbrando a mis recorridas a pie y a prudente distancia, hasta llegar un momento en que ellos venían a mí, ya por curiosidad, ya porque asociaban mis gritos con un cambio de potrero con comida fresca y abundante.

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