Cuantas veces nos descubrimos mirando por una ventana, con la
vista perdida, sin fijarnos en lo que hay más allá. Es un proceso de
introspección, une feliz momento para poner la mente en blanco, olvidando por un
instante lo que sucede a nuestro lado.
Nos invade una extraña sensación de paz, de bien estar, de
placer y felicidad relajantes que no podemos explicar, que nos deja ese dulce
sabor y ganas de más.
Aquí les mando una vista desde la ventana, para que intenten
experimentar esa felicidad. Pero también es bueno admirar el paisaje, disfrutar
de las vistas nos genera felicidad.
Hoy les mando una foto desde la ventana del hotel en Dinan, esa era nuestra vista desde la habitación. Un pueblito espectacular, muy pintoresco, agradable en todos los sentidos. Les mando un abrazo!!!!!
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