Muy buenos días, aquí retomando los paseos matinales, despertando en Montevideo, disfrutando esa magnífica rambla, ese estupendo paseo marítimo en la zona de Pocitos. Por estas fechas, estamos gozando de un clima espectacular, un otoño de momento benévolo, que hace fácil generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, felicidad y amor.
Desde que llegamos el jueves pasado, no hemos parado, un constante ir y venir, una seguidilla de acontecimientos familiares importantes. El casamiento de Noe y Gonzalo, que significó el reencuentro de toda la familia. Algo que no sucedía desde hace ya muchísimos años y el torrente de emociones positivas de todos estos días nos dejaba exhaustos al final de cada jornada. Algo que de algún modo me confirma lo agotador que significa ser feliz.
Conocimos a una nueva y hermosa familia, además de reencontrarnos en los distintos festejos con una gran cantidad de amigos queridos. Siempre se notan las ausencias, aunque permanecen en nuestros recuerdos, en nuestras anécdotas y en cada sonrisa.
Hoy ya las aguas se han calmado un poco, de todos modos seguimos nuestro periplo, nuestra intensa actividad. Ya, volviendo a nuestras de salir a caminar temprano para despertar y luego salir a continuar nuestras visitas y gestiones por aquí.
Y así vamos yendo, disfrutando y gozando en nuestro rumbo fijo hacia el ser feliz constante, que también implica tropiezos. De todos modos, cuando se tienen claros los objetivos y nos acompañan las fuerzas, las ganas y la actitud positiva, levantarse y seguir es obligatorio, es lo único que nos salvará del abismo. Vamos con todo a disfrutar el día!!!!!!
Gracias por estar ahí!!!!!
Gracias por compartir!!!!!!
Les mando un abrazo!!!!!
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