Algunas veces, se puede pensar que la
creatividad obedece a un proceso estructurado, siguiendo una serie de
pasos, o determinadas técnicas, y es probable. En mi caso por
ejemplo, con relación a lo que estoy escribiendo en éste momento,
surgió así sin más, abrí la hoja en blanco del writer (o mi
libreta de anotaciones, cuando salgo de casa), e inmediatamente se
me ocurrió el encabezado, en otras ocasiones, solo comienzo a
escribir lo que se me ocurre y luego, poco a poco va tomando forma y
surge un encabezado. Voy jugando con las ideas, con las palabras, e
intentando sentir, experimentar lo que va surgiendo. Normalmente
mientras hago las distintas tareas del hogar, o mientras hago las
compras, u observo algo en la calle que me llama la atención,
inmediatamente comienzo a elaborar una idea, a imaginarme una
composición, casi siempre vinculada a una anécdota, recuerdo,
acontecimiento, o cualquier otra cosa que tenga en mi mente. En ésto
es muy importante la curiosidad, las ganas de saber, de investigar y
profundizar, así como de expresar lo que uno puede pensar o sentir
respecto de cualquier tema, más allá de nuestros conocimientos,
simplemente aplicando algo tan simple y al mismo tiempo tan complejo
como el sentido común.
Seguramente si analizamos detenidamente
todo el caos que implica ese proceso, se podría llegar a establecer
un método creativo, todos de un modo u otro somos creadores, siempre
estamos haciendo algo aunque no lo parezca. El tema es que ese
proceso nos haga felices y si es así, entonces el tema pasa a ser
que la creación que nos hizo felices, pueda ser un factor de
motivación, creación y felicidad para otras personas.
Toda idea, toda creación debe ser
propagada, difundida, hecha pública con respeto y sin temor, hay que
perder el miedo a jugar y al ridículo, uno de los mayores obstáculos
de la creatividad.
La foto, es de un pavimento antiguo en Logroño.
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