¿Quién lo sabe? Yo, seguro que no lo sé, y me imagino que la mayoría de las personas tampoco. Y aquellos que pretenden tener esa claridad, esa visión de un fin determinado, en realidad, están haciendo una apuesta. El futuro a mediano y largo plazo, tiene ese riesgo implícito. La vida cotidiana es asumir riesgos de forma constante. Y nadie es capaz de saber lo que sucederá el instante siguiente a un punto y seguido. Podemos pensar, planificar, intuir, esperar determinados acontecimientos, en función a nuestra capacidad de ponernos manos a la obra, con fuerza, ganas y actitud positiva.
De esa destreza, de ese esfuerzo y capacidad de liderazgo, cada persona puede extraer una lectura más o menos clara de hasta dónde podrá llegar. Pero, ni siquiera así, ni teniendo todo atado de antemano, podremos tener esa certeza de lograr nuestros objetivos. Así, todo es relativo, todo es en función de múltiples factores que actúan en el ínterin. En ninguno de ellos tenemos mayor incidencia, salvo en lo que directamente depende de nosotros. Y ahí, es donde debemos poner todo nuestro empeño. Generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía, depende de nosotros.
Para esa tarea tan personal, tan íntima de elaborar afectos y emociones positiva que son la base de nuestra vida cotidiana. Es para lo que nos tenemos que capacitar constantemente. Tener esa capacidad, esa destreza, esa habilidad de activar los comando adecuados, tampoco es garantía de éxito. Aunque, claramente, será una fuente de satisfacción y bienestar para nosotros y quienes nos rodean. Lo demás, quién lo sabe. Por eso, hacer todo aquello que nos guste, que surja de nuestra inspiración y creatividad, todo lo que nos genere sensaciones y sentimientos positivos, es fundamental. Y hacerlo mientras hacemos nuestro trayecto, nuestras tareas cotidianas.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, compartiendo todas esas cosas que me encuentro a lo largo del camino. Dejando caer a los cuatro vientos éste pregón cotidiano, en el que expreso lo que pienso, siento y quiero mostrar.
A disfrutar el día!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!!
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