Sembrar, cuidar, cosechar, desde nuestra conversión en sedentarios, ese es el secreto de nuestro bienestar. Algo que trasciende a la agricultura, va más allá, es parte de la lucha cotidiana en cada una de nuestras actividades. Todo lo que hacemos sigue ese principio. Y en esas tareas invertimos nuestro esfuerzo, ganas y actitud positiva. Son cosas que parecen tener objetivos diferentes, pero que en esencia y puestas en su lugar, muestran con claridad una meta concreta. Alimentar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. La base de tener una vida honesta, digna y plena.
Ese conjunto de cosas entre otras, forman parte de ese bienestar tan buscado y anhelado. Una búsqueda, que tiene distintos resultados, por momentos lo logramos, en otros se dificulta llegar a ellos. Lo importante es estar siempre ahí, haciendo el esfuerzo, intentando distintos modos de lograr el objetivo. Ser creativos y perseverantes, seguir adelante sin claudicar. De eso se trata el concepto del encabezamiento, esa es la constante vital que nos mueve y que nos pone en pie para emprender la tarea. La principal, generar alegría, ilusión, buena onda, optimismo, solidaridad, felicidad, amor, esperanza y fantasía.
Esos afectos y emociones positivas, que florecen en nosotros cada día, son a su vez las semillas que usaremos para sembrar, cuidar, cosechar cuando llegue el momento. En ese preciso instante, al recoger los frutos del esfuerzo compartido a lo largo de ese proceso, es cuando todo se pone en linea y aflora el objetivo fundamental.
Y así voy yendo, manteniendo el rumbo fijo hacia mi ser feliz, ese claro objetivo que llevo grabado a fuego, y que comparto en mi pregón cotidiano.
A disfrutar el día!!!!! A seguir cuidándose!!!!! Les deseo una buena noche!!!!!
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